LA MAGICA HISTORIA DE JORGE GONZALEZ
Centroamérica, territorio de mitologías y de leyendas, también tuvo a su Maradona. No se llamó Diego Armando. El día de su nacimiento, los padres le garantizaron una denominación larga: Jorge Alberto González Barillas. El tiempo y su juego lo cambiaron. De nombre y de recorrido: lo llamaron Mágico y fue mágico. De él se hicieron documentales y obras de teatro; se gastaron adjetivos en sus descripciones; lo rodearon de mitos y de rumores.
Lo contó él mismo, sin inhibiciones, alguna vez: "Reconozco que no soy un santo, que me gusta la noche y que las ganas de juerga no me quita ni mi madre. Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por divertirme"
Se animaba a los peores excesos y a jugar a pesar de ello. Retrata la profusa mágica leyenda que el mejor partido de González en Cádiz sucedió tras un episodio festivo. En una semifinal del tradicional Trofeo Ramón de Carranza, a mediados de los 80, enfrentó al Barcelona y González no se presentó a tiempo para el partido. En consecuencia, no fue tenido en cuenta en la formación inicial. En el entretiempo, cuando los gaditanos perdían 3-0, se decidió incluirlo. El desenlace fue de fábula: hizo dos goles, ofreció dos asistencias y el Cádiz se impuso por un inverosímil 4-3.
.Su carrera incluyó a equipos menores de El Salvador y el Valladolid. Lo pretendieron Atalanta y Barcelona. En el fútbol de Italia lo miraban con agrado, pero no lo contrataban porque no lo consideraban un perfecto profesional. Jugó hasta que quiso. A los 42 años, se retiró con la camiseta del FAS. Pero según cuenta el periodista Gustavo Flores -Jefe de Deportes de El Diario de Hoy, de El Salvador- "el Mágico sigue jugando en donde sea, en cada lugar, en la calle, él es un futbolista vocacional dispuesto a desmentir sus 52 años con la sensibilidad de sus pies". En el medio, manejó un taxi por las calles de San Salvador, la ciudad que lo vio nacer, para que su familia comier
David Vidal, entrenador de fútbol y hombre de fútbol, lo conoció en los días en que González jugaba a ser un superhéroe todos los fines de semana, en plena Liga de España: "Técnicamente él era como Maradona. Nunca he visto un jugador con la calidad técnica que tenia Jorge, tanto con la cabeza como con el pie. Un día comenzó a hacer controles con un paquete duro de tabaco. Pudo hacer 20 o 30. Nos quedamos mirándole y era impresionante. Una naranja es redonda, pero un paquete de tabaco es rectangular. La sensibilidad que Dios nos ha dado a los humanos en las manos, a Jorge se la dio en los pies. Ponía el balón donde quería. Le pegaba de tal manera que jamás se le elevaba".
"Jorge “El Mago” González” no necesita mendigarle a la Historia. Sus Memorias Vivientes lo dicen todo del Genio."
ResponderEliminarA propósito del comentario del periodista mexicano David Faitelson, que ridiculiza a Jorge “Mágico” González, al compararlo con Zidane de una manera ofensiva.
No sé, si el periodista, a estas Alturas, RECOGIO SUS PALABRAS: es lo que menos puede hacer antes debe pedir DISCULPAS, porque es poco, para el genio del futbol salvadoreño; en otro caso, reconocer lo excelso del personaje. No sé, si sea tarde mi referencia, sobre el desacierto del importante periodista mexicano, pero no lo comparto. Tal vez pueda sugerir con un considerado respeto, solicitarle al importante periodista, que tiene que documentarse, desalojar de su mente las diferencias regionales, y poner a funcionar en toda su magnitud el profesionalismo periodísticos, sin balancear a la izquierda ni a la derecha: neutralidad. Ese es, el periodismo del siglo XXI, poner la INTELIGENCIA, al servicio de los ciudadanos; la sabiduría y el conocimiento, como mecanismo de enseñanza y de conservación de los valores humanos. EL PERIODISMO, más que información es, una actitud humanista.
Quiero informarle, como me encontré con su EQUIVOCACIÓN. Estoy haciendo una investigación sobre el futbol como arte: Poesía y Futbol; y, he visto, gracias a YouTube, unos documentales impresionantes del futbol de Jorge El "Mago" González (me gusta referenciarlo con su apodo original), para darle crédito y hacer respetar al periodista de El Salvador; a su invento original, porque “Mago” o “Mágico” ya tiene un lugar respetable en la historia del futbol universal. La personalidad original del “Mago” está por encima de una sonrisa de Cristiano Ronaldo, y mucho más, sobre la inocencia fingida de Lionel Messi; Jorge “El Mago” González, salió de las entrañas de una tierra azota por la guerra y la violencia; se atrevió a darle la espalda a esa guerra y se puso a jugar. Jorge, no permuta su actitud ante el futbol; siguió jugando, y jugando, sin hacer futbol, porque una cosa es hacer futbol como industria y otra cosa es jugar con fantasía, como lo hacen los genios, los poetas del futbol. Por ello, prefirió quedarse en Cádiz, una ciudad de gente bella y noble, que entendieron la humildad y la personalidad frágil del “Mágico”, como lo llamaron. “Mágico” tenía plato servido en cualquier casa, plato servido de amor en cualquier hogar de esa solidaria ciudad; si hubiera marchado a otro equipo por muy grande que fuese, no hubiera sido “Mágico”.
A mi país Colombia, que lo azota una guerra de 60 años, hoy en menor escala, que la de El Salvador (1980- 1992), también nos golpeó Pablo Escobar y el narcotráfico, y hubo una esperanza: el futbol, con Maturana y el “Pibe” Valderrama; un futbol que también surgió de la violencia, por cosas del destino o por casualidad, por alguna de las dos nos mantuvo en pie, fue la misma década de Hugo Sánchez, de Maradona, de Zico, del “Pibe; de “El Mago”. Por eso admiro a este alucinador del futbol, que apostó con los sueños en un juego, todas las esperanzas de un pueblo: se la juega y aparecen los goles como por arte de magia. Ningún grande se explica, como nace, quien le da forma: es lo excepcional, lo único, sin igual e inclasificable: es un “Mago” superior, que frota el balón con sus pies y brota el genio.
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A propósito del comentario del periodista mexicano David Faitelson, que ridiculiza a Jorge “Mágico” González, al compararlo con Zidane de una manera ofensiva
Mis otras referencias, las tengo de figuras importantes del futbol mundial; de periodistas españoles, que generaron noticias, anécdotas, crónicas del “Mago” como uno de los más connotados jugadores del futbol mundial; no alcanzarían miles de líneas escritas para saborear las desavenencias, su vida personal y los éxitos fenomenales de este humilde jugador de futbol, que se atrevió con un lienzo debajo del brazo cruzar el Atlántico, para pintar en el firmamento español el digno nombre de El Salvador, un bello país enclavado en las montañas y los mares de Centroamérica, el cual me he interesado a través de la vida de este profeta del futbol. Y no quiero entrar a dirimir si fue el mejor o del montón, y mucho menos, interrogarme: ¿Qué si hubiera nacido en Argentina, Brasil, España, Italia, o Francia? No lo hare jamás, porque los dioses del Olimpo le asignaron la nobleza de ser salvadoreño.
También le digo: que en mi trabajo, antes de "El Mago", resalto con letras de oro a Hugo Sánchez, que aunque no guste a muchos periodistas "sabios" de México, es un jugador orgullo de todos los que amamos el buen futbol; del juego exquisito: las chilenas de Hugo, son una poesía del futbol. Y alrededor de toda la admiración y respeto para los mexicanos que juegan futbol o no, pienso que es un honor para un país centroamericano tener desde la cuna a un artista a un poeta de la magnitud de Hugo Sánchez, y en mi libre pensar, creo que no se va producir, quizás, por varias décadas más, otro “Pentapichichi en Europa, que sea de Centroamérica. Han transcurrido 30 años, y hasta 2012, Cristiano Ronaldo, alcanzo los 138 goles en El Real Madrid que el acrobático del futbol mundial Hugo Sánchez, había quitado en su época a Zarra, por lo tanto, lo digo en mi trabajo:
“El futbol es tan maravilloso, que su trascendencia va más allá de la pasión y lo poético; es tal su dimensión que se viene desplazando por el mundo como un movimiento social, político y económico, en que se incluyen los valores de identidad nacional, asignándole cientos de historias seductoras, canto y poesía alrededor del juego.
“Me entusiasman los versos. Me conmueve quien derrama belleza a la naturaleza con sus palabras. Me apasiona el balón bien tratado, el jugador que lo acaricia; el que le da calor con su pecho y lo mima. Me enardecen los videos en blanco y negro del pasado, porque me siento poseído en la historia; me apasiona el poeta el balón y el futbol: todos son poesía”.
“Aquí es, donde se le atribuye al poeta toda su sabiduría; le tolera al futbol sus reglas, algunas feroces y otras con prestigio; las que respeta dentro de la cancha, sin menester usarlas. El poeta dirige su inspiración a la gesta de su colega: la brillantez en el juego. Ambos se funden en un solo esquema: poeta y palabras; hombre y balón. Los dos, dejan constancia de la dignificación del futbol, como poesía, como magia”.
Los fanáticos, críticos inclusive hinchas y algunos periodistas, le exigen al futbolista que su vida dentro y fuera del futbol sea afín con lo que ellos desean (sereno proceder). Da la impresión, como si se impusiera un individuo dentro de otro ser. No se requiere profundizar en factores psicológicos o sociológicos, para entender que cada individuo es, desigual, por ende “marca una diferencia”.
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A propósito del comentario del periodista mexicano David Faitelson, que ridiculiza a Jorge “Mágico” González, al compararlo con Zidane de una manera ofensiva
Entonces, hay que entender por ejemplo: Diego Maradona, Jorge “el Mago” González entre otros, no pueden ser de otra manera; su vida es como el la lleva y no como la quieren los demás, y continuará coexistiendo en el futbol así. “De otro género, no habría Maradona, ni “Mago”.
Para finalizar: si a la “Mano de Dios” (gol tramposo de Maradona a Inglaterra México 86)le instalé un campamento para no celebrar la razón, y muchos menos demostrar la verdad; ahora debo levantarme para ovacionar la hazaña de este generoso artista del futbol, que con su vocación y espíritu de gladiador, asegura la posteridad a la irreflexión por el juego: El genio. (Segundo gol de Maradona a Inglaterra México 86). De la misma manera, lo haría, cada vez que se trate minimizar o ridiculizar al futbol: esencia del juego, y actores.
Luis armando Gonzalez Montes
Colombia- Pedagogo deportivo- investigador -escritor y Periodista
Luisgonzalezm52@yahoo.es